Artículo Original

Red de recuerdos: Dr. Werner Jaffé

José Félix Chávez Pérez1

Editor General de Archivos Latinoamericano de Nutrición.
Solicitar correspondencia a: José Félix Chávez, correo: jfchavez11@gmail.com




Uno de los personajes que recordamos con simpatía en la Escuela de Química de la Facultad de Ciencias de la UCV, es sin duda, el Dr. Werner Jaffé, quien fue nuestro Profesor de bioquímica en 1957. De andar rápido, alto, más bien delgado y de buen vestir, entraba al salón puntualmente y comenzaba su clase sin más preámbulos, captando nuestra atención, ya que cualquier distracción, nos hacía perder el hilo de su exposición. De hablar bajo y pausado, a veces nos era algo difícil seguir su recorrido en la pizarra, pero siempre aprendíamos algo interesante y que nos motivaba.

Nos graduamos de “Doctor en Química” en la primera promoción de la Facultad de Ciencias, en Octubre de 1958 (mi Diploma está firmado por el Dr. Jaffé, Decano) y luego de un período de actividades diversas y toda vez que durante la carrera, siempre había tenido interés por la bromatología, análisis de alimentos y más tarde por la bioquímica, decidí en Noviembre de 1959, hablar con mi antiguo Profesor, funcionario del Instituto Nacional de Nutrición, I.N.N., para solicitar trabajo en los laboratorios de esa institución.

El Dr. Jaffé tuvo la gentileza de recibirme en su casa de habitación, Quinta “Yau” en la Quinta Avenida de Los Palos Grandes, acogedor ambiente, libros de texto y fotos de familiares con un hermoso y bien tenido jardín, en el cual me mostró orgulloso, sus orquídeas. Luego de escuchar mi solicitud y de una grata conversación, Jaffé me informó que necesitaba un “asistente en el laboratorio” y que él mismo hablaría con el

Dr. Eduardo Páez Pumar h., Director Ejecutivo del I.N.N. A la vez me sugirió que lo llamara por teléfono para que el propio Director conociera de mis deseos. Así lo hice, ingresé el primero de Diciembre de 1959 como Químico Auxiliar en el Servicio de Bioquímica del INN, en su sede de siempre, Esquina El Carmen de la Avenida Baralt. Mi plan de trabajo diseñado por Jaffé comprendía un entrenamiento general sobre el trabajo diario del Servicio de Bioquímica, participar directa y activamente en los análisis de control al lado de los profesionales y técnicos de años, diseñar y preparar mis propios ensayos biológicos con ratas blancas, asumir la responsabilidad del laboratorio y recopilar y ordenar los métodos analíticos. Gracias a la diaria y directa supervisión de Jaffé y debo decirlo, a nuestra sólida preparación universitaria, al poco tiempo me sentía integrado al grupo de trabajo y había adquirido destreza en la manipulación de las ratas blancas, que ya eran mis amigas.

Para entonces estaban de moda las fuentes de proteínas y en particular el potencial de la harina de pescado en la alimentación humana. Disponíamos en el laboratorio de dos grandes tambores de una harina de pescado desodorizada (Viobin Corporation, Monticello, Illinois) que Jaffé había ordenado de los Estados Unidos y me sugirió que continuara las experiencias en cuanto a su empleo en algunos alimentos y sobre la posibilidad de usar la harina de pescado nacional. Más adelante preparamos con la colaboración de la Escuela de Dietistas que quedaba en el mismo INN, diversas combinaciones de harina en panes y en galletas dulces y saladas, que se probaron en ensayos biológicos con ratas para conocer su PER, NPV y digestibilidad.

Seguí con el interés por la harina de pescado y a mediados de 1960, escribí un corto borrador titulado “Harina de pescado en Venezuela” para que Jaffé, Director de la revista “Archivos Venezolanos de Nutrición”, AVN, lo considerara para su publicación. Se lo entregué una mañana y luego de hojearlo me dijo “Vamos a hablar con el Dr. Albornoz, colaborador de la revista, a ver qué le parece”, quien lo leyó con más calma y luego de algunos comentarios y observaciones se lo devolvió a Jaffé :“Me parece pertinente a las investigaciones que ustedes hacen allá arriba, termínalo de corregir tu”. Aleccionador gesto de ambos profesores. El artículo se publicó en AVN, Volumen XI, No 1, Enero, 1961.

El Dr. Jaffé llegaba de la UCV entrada la mañana y debía reunirme con él en su oficina y enterarle de los análisis en curso, los resultados, informarle sobre una eventual reunión del Consejo Técnico y darle cuenta sobre mis propias actividades. Los martes y jueves subía al tercer piso donde quedaba la Escuela de Dietistas, para dar la asignatura de bioquímica. Un día a comienzos de 1962, me preguntó si me gustaría tomar su puesto como Profesor de la materia pues no le alcanzaba el tiempo. Me atrajo la idea y comencé a prepararme, a leer el programa y con la orientación y apoyo de Jaffé, me inicié como docente en ese campo complejo y variado, que iba a desempeñar buena parte de mi futura actividad profesional

Una mañana le comenté a Jaffé si podía ayudarlo de alguna forma en la recepción y catalogación de los trabajos relacionados con la edición de Archivos Venezolanos de Nutrición, AVN.Esta revista, cuya consulta y lectura de sus artículos formaba parte de mi entrenamiento, era el órgano oficial de divulgación del Instituto Nacional de Nutrición y la recepción de los trabajos y su edición se efectuaba en el Servicio de Bioquímica. Su publicación se inició con el Volumen 1, Número 1, en Junio de 1950, “…una publicación científica dedicada exclusivamente a la Nutrición”, según su Editorial inicial. Puedo decir con orgullo, que tuve el privilegio y el honor de iniciarme a su lado en la compleja y variada labor del movimiento editorial de la revista, un aprendizaje duro y casi diario, bajo la férrea disciplina de Jaffé, posteriormente mi nombre se incluyó en el Comité de Redacción (Sección Nacional) junto a Eduardo Páez Pumar, Pablo Liendo Coll, Fermín Vélez Boza, Alfredo Planchart, Werner Jaffé, Mauricio Ruphael Divo, Magdalena González y Agustín Albornoz, todos funcionarios del I.N.N., de merecida relevancia en el campo de la nutrición.

El Dr. Jaffé tenía su oficina al pasar el corredor y la compartía con su competente secretaria, Gladys Zambrano, excelente mecanógrafa de singular destreza con su máquina de escribir eléctrica y quien también pasaba los análisis e informes requeridos. Todos los trabajos publicados en AVN hasta 1959, tenían un Resumen, un Summary y un Zusammenfassung, este último casi siempre lo escribía Jaffé y le pasaba el borrador en alemán de su puño y letra a su secretaria para que lo pasara en limpio. Gladys tenía una habilidad para entender la letra menuda y garabateada de Jaffé y en poco tiempo le entregaba el documento listo y en casi perfecto alemán para su última corrección.

Corría el año 1962 y manteníamos el interés por las potenciales fuentes de proteínas y bajo la orientación de Jaffé, se hizo contacto con la industria nacional procesadora del ajonjolí para extraer el aceite comestible, por presión (expeller) o por solvente (hexano) a los fines de estudiar el subproducto de esta industria como potencial insumo proteínico. Surgió entonces una nueva línea de trabajo sobre la posibilidad de usar la torta residual de ajonjolí como ingrediente para alimentación humana particularmente la extraída por solvente por ser más homogénea y de poco contenido de aceite residual. Se planificaron los estudios y comenzaron los análisis y los ensayos biológicos con ratas blancas de nuestro bioterio para establecer la calidad de la proteína. Los animales perdían peso y morían presentando una sintomatología la cual al comienzo no acertábamos a explicar. Luego de las investigaciones y consultas con otras instituciones y de descartar la presencia de residuos de insecticidas u otro factor tóxico, se pudo comprobar que las harinas de ajonjolí tenían un contenido elevado e inesperado de selenio, causante de su toxicidad, lo cual comentaré más adelante.

Al lado de esta interesante actividad y ya a comienzos de año, el Dr. Jaffé me había planteado la necesidad de hacer un post grado para complementar mi carrera profesional en el INN. Luego de considerar varias opciones se seleccionó a la Universidad de Wisconsin en Madison, EEUU, en la cual él había estado y conocía a varios profesores del Departamento de Bioquímica. Así pues, en Julio de 1962 ingresé en el Biochemistry Department bajo la tutoría del Dr. Carl A. Baumann. Dada la necesidad de cuantificar el contenido de selenio en las muestras, análisis que para entonces no se hacía en el INN, Jaffé solicitó la autorización del Dr. Baumann para hacer dichas determinaciones en sus laboratorios y como parte de mi entrenamiento, hiciera los análisis. El Dr. Baumann quien se interesó vivamente por nuestras investigaciones, asignó a uno de sus estudiantes graduados, Orville A. Levander, con experiencia y conocedor de la metodología, para que me iniciara en el análisis de selenio en las harinas. Dominada la técnica se estableció una interesante, eficiente y productiva comunicación para el análisis de selenio en las muestras de harinas recolectadas en Venezuela, las cuales Jaffé mandaba por correo desde Caracas. Años más tarde, el Dr. Orville A. Levander con quien Jaffé y yo mantuvimos franca amistad hasta su muerte en 2000, se distinguió internacionalmente como una autoridad en la bioquímica del selenio y su importancia en nutrición humana.

Me reincorporé al INN en Junio de 1964 para continuar mi trabajo en el Servicio de Bioquímica. Proseguía nuestro interés en las harinas vegetales especialmente por la torta residual de ajonjolí y ya el análisis de selenio se hacía en nuestro laboratorio. El Dr. Jaffé tuvo la idea de ubicar la procedencia de las muestras que se recolectaban, no solo de ajonjolí sino de maíz y de algunas leguminosas, mediante banderitas de colores que se fijaban según su origen, en un gran mapa de Venezuela que se instaló en el laboratorio. Casi todas las muestras de harina o torta residual de ajonjolí extraídas por solvente, procedían de Turén, Estado Portuguesa y varias tenían más de 40 ppm de selenio, identificadas con banderitas de color rojo. El primer trabajo sobre este tema: “Estudios preliminares sobre sobre la toxicidad de muestras de ajonjolí con alto contenido de selenio”, Jaffé, WG., Chávez JF y Koifman B. se publicó en Archivos Venezolanos de Nutrición, Vol. XIV, No 1, 1964.

Había asistido a las convenciones anuales de la AsoVAC, pero mi primera participación como funcionario del INN fue en el Segundo Congreso Anual de la Sociedad Americana de Ciencias Hortícolas, celebrado en Cagua, Edo Aragua, en Octubre de 1964 en compañía del Dr. Jaffé, quien gentilmente me había sugerido que presentara el trabajo “La importancia nutricional de las frutas en la dieta venezolana”.Enriquecedora experiencia sin duda. Dos años después y como resultado de los trabajos sobre las harinas de ajonjolí con selenio antes comentados, asistí junto al Dr. Jaffé al First International Symposium on Selenium in Biomedicine, celebrado en Corvallis, Oregón, EE.UU en Septiembre de 1966 donde coincidimos con el Dr. Levander y otros graduados y Profesores del Biochemistry Department, amigos del Dr. Jaffé.

Un hecho de indudable prestigio para el INN en el cual el Dr. Jaffé ocupó un rol de merecida importancia, fue en las Primeras Jornadas Venezolanas de Nutrición celebradas en Caracas en noviembre de 1964, se planteó la necesidad de la creación de una revista latinoamericana con el fin de centralizar en ella los numerosos trabajos que se elaboran en el hemisferio, ya que la mayoría de ellos se encuentran dispersos en publicaciones de difícil acceso. Durante el Congreso de Nutrición del Hemisferio Occidental celebrado en noviembre de 1965 en Chicago, Illinois, se funda la Sociedad Latinoamericana de Nutrición, SLAN y uno de sus principales objetivos es la publicación de una revista que recoja las investigaciones que sobre nutrición se llevan a cabo en Latinoamérica. En un hermoso gesto el Gobierno de Venezuela, en comunicación firmada por el Dr. Miguel Octavio Russa, Director Ejecutivo del Instituto Nacional de Nutrición y dirigida al Dr. Conrado F. Asenjo, Presidente de la recién creada SLAN, cede la revista Archivos Venezolanos de Nutrición para que ésta sea transformada en el órgano oficial divulgativo de la Sociedad bajo el nombre de Archivos Latinoamericanos de Nutrición. Cito textualmente parte de la comunicación del Dr. Russa:

“La única condición para este traspaso será la de que se mencione en el rótulo externo de la nueva publicación el hecho de que fue creada originalmente como Archivos Venezolanos de Nutrición.”

El Volumen XV, Número 2 de 1965 fue el último Archivos Venezolanos de Nutrición publicado por el INN. A continuación la Sociedad Latinoamericana de Nutrición edita en Caracas por primera vez bajo la responsabilidad del Dr. Werner G. Jaffé como Editor General, el Volumen XVI, No 1, Septiembre 1966 como Archivos Latinoamericanos de Nutrición, de portada azul marino a 1/12 con diseño en su portada de cuatro espigas de trigo y en su centro la frase requerida por el INN. Encartada en las páginas de este Número, se envía una circular en la cual se informa que esta publicación será distribuida gratuitamente a los miembros de la SLAN y se fija el costo de suscripción anual a la revista en US $ 6 que debe ser pagada con cheque a nombre de Archivos Latinoamericanos de Nutrición.

Con la publicación de esta nueva revista cuya edición estaba centralizada en el Servicio de Bioquímica, vale decir en el escritorio de Jaffé como Editor General, la recepción de trabajos para considerar su publicación, comenzó a aumentar junto con la necesaria actividad secretarial que ello implicaba. Recuérdese que no existía el internet y toda la correspondencia se hacía en máquina y se despachaba por correo postal o certificado el cual funcionaba muy bien para la época. Como consecuencia de esta actividad extra, mantenía con creciente interés, bajo la supervisión y dirección del Dr. Jaffé, mi aprendizaje y conocimiento sobre la diversa y absorbente labor relacionada con la actividad editorial de los ALAN. A mediados de 1967 el Dr. Jaffé tuvo que ausentarse a Alemania a cumplir un compromiso académico y quedé con la tremenda responsabilidad de dirigir y coordinar la marcha del Servicio de Bioquímica y de atender con la valiosa ayuda de Gladys quien tenía ya algún tiempo en esas labores, la diaria labor editorial de la revista. En el Volumen XVI, Número 1, Septiembre de 1966, el Directorio de ALAN lee como sigue: Editor General: Dr. Werner G. Jaffé; Editores Asistentes: Dres. Guillermo Arroyave y Mauricio Ruphael Divo; Editor Asociado: Dr. José Félix Chávez.

El primer Congreso de la Sociedad Latinoamericana de Nutrición tuvo lugar en Caracas en Septiembre de 1968 bajo la Presidencia del Dr José Eduardo Dutra de Oliveira, de Brasil, junto con la celebración de las III Jornadas Venezolanas de Nutrición. El Editorial del Volumen XIX, Número 1, Marzo 1969 de ALAN, recoge un bello discurso del Dr. Dutra de Oliveira, amigo del Dr. Jaffé con quien manteníamos frecuente correspondencia relacionada con la revista, bajo el título “Saudacao aos participantes do 1 Congresso da SLAN”. En el Volumen XX, Número 1, Marzo 1970, se publica el Suplemento “Informe sobre el Primer Congreso de la Sociedad Latinoamericana de Nutrición. 1- 4 de septiembre de 1968”, el cual entrega en 40 páginas, el Informe de los Grupos Asesores sobre los variados temas discutidos en el Congreso. Al revisar estos trabajos, el Editorial de este Número, “Veinte años…” escrito por el Dr. José María Bengoa, que aludía al tiempo transcurrido entre el primer Número de Archivos Venezolanos de Nutrición en 1950 y el presente Número de 1970, me hizo recordar un Editorial del mismo título, que 42 años más tarde, yo como Editor General publicaría, en el Volumen 62, (2012), de ALAN, cuando esta publicación regresó a Venezuela en 1992, a lo cual me referiré más adelante.

Una mañana de Enero de 1969, nos fue anunciada la visita de un Profesor de la Universidad de Costa Rica quien venía con el propósito de invitar al Dr. Jaffé a participar en el X Congreso Latinoamericano de Química a celebrarse en San José en Febrero. En el transcurso de la grata conversación con este Profesor costarricense, le comenté que con motivo de la celebración del VI Congreso Latinoamericano de Química celebrado en Caracas en 1955, un grupo de estudiantes de química, tuvimos la satisfacción de llevar a los participantes del Congreso a visitar el Aula Magna de la UCV. No recuerdo los trámites relacionados para encontrar transporte, el caso es que finalmente pudo obtenerse el permiso para viajar todo el grupo en un C-47 de la Fuerza Aérea Venezolana. Luego de una escala en Maracaibo llegamos felizmente al aeropuerto El Coco en San José.Un viaje poco corriente en ese avión militar, todos éramos amigos y compañeros y bromeábamos que nada nos podía pasar pues el Dr. Jaffé el de más edad, era parte de nuestro grupo. Jaffé y yo éramos los únicos del I.N.N. y compartimos una habitación en el Hotel Diplomat. El Congreso se realizó en la Ciudad Universitaria “Rodrigo Facio” en San José en el cual presentamos los resultados preliminares sobre nuestras investigaciones relacionadas con la harina de ajonjolí en alimentación humana. Este trabajo se publicó luego, “El posible uso de harina de ajonjolí para fines comestibles” Werner G. Jaffé y José Félix Chávez, ALAN, Volumen XXI, No 1, 31 - 48, Marzo 1971.

Dentro de esta selección de trabajos y artículos contenidos en la revista y atinentes a esta narración, el Editorial del Volumen XX , No 4, Diciembre 1971, comenta el III Congreso de Nutrición del Hemisferio Occidental (WHNC III), celebrado en Miami, del 30 de Agosto al 2 de Septiembre de 1971 y del cual quiero transcribir el último párrafo del Dr. Nevin Scrimshaw: “In a very real sense nutrition progress in the hemisphere in the years immediately ahead, will be determined by the personal effectiveness of the persons attending this conference.”

Una etapa que recuerdo con especial agrado, tiene que ver con las variadas actividades y trabajos la cual culminó con la promulgación de la Resolución del Ministerio de Sanidad y Asistencia Social, publicada en la Gaceta Oficial No 29.802, fecha 13-03-1972 “Normas sobre la composición de productos alimenticios de base vegetal para uso infantil”, la cual respondía a la necesidad de regular la composición y exagerada propaganda comercial de los productos para uso infantil manufacturados a base de cereales. Esta investigación generada por el Dr. Werner Jaffé con la eficiente colaboración y apoyo del Dr. Manuel Cols Páez, Jefe de la Sección Registro de Alimentos de la Dirección de Salud Pública, se inició en 1969 y todos los análisis así como los ensayos biológicos para determinar la calidad de la proteína de los numerosos productos existentes para ese entonces, se hicieron en el Servicio del Laboratorio. Participaron igualmente en esta actividad el Departamento de Higiene Materno Infantil del Ministerio de Sanidad y Asistencia Social y la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría. Por considerarlo de importancia para el beneficio de la nutrición infantil dentro del ámbito latinoamericano, el texto completo de esta Resolución se incluye en el contenido del Volumen XXII, Número 4, diciembre 1972.

Una obra emblemática y una responsabilidad de la directa competencia del I.N.N., ha sido la publicación de la Tabla de Composición de Alimentos para Uso Práctico, TCA, editada por primera vez en Enero de 1950 como Cuaderno No 1 de la Serie Cuadernos Azules por los Doctores José María Bengoa y Werner G. Jaffé. La segunda revisión de esta obra, el Cuaderno Azul No 17, se publicó en 1954 también por los mismos autores. Cito especialmente estas publicaciones ya que una de las actividades prioritarias del laboratorio la cual ocupaba una buena parte de mi tiempo y atención y reuniones casi diarias con Jaffé, era la planificación, asignación de los diversos análisis al personal y revisión y comprobación de los resultados para actualizar la información sobre la composición de los alimentos ofrecida en la TCA. Como resultado de esta actividad, el I.N.N. publica en 1973 el Cuaderno Azul No 31, como Revisión 1973 de la TCA. Ya para ese momento se había modificado la estructura interna del laboratorio y Jaffé ocupaba el cargo de Jefe del Servicio de Estudios en Alimentos y yo el de Jefe del Servicio de Laboratorio. Las siguientes ediciones o revisiones de la TCA se publicaron identificadas como los Cuadernos Azules No 38, 42, 47, 50, 52 y 54, esta última Primera reimpresión. Enero 2001. A propósito de Cuadernos Azules, al comentarle a Jaffé sobre el origen de este nombre, me explicó que había sido una idea del Dr. José María Bengoa, ya que a comienzos de los años cincuenta, para dar a conocer las investigaciones y actividades, había que crear una serie de publicaciones técnicas propias de la institución y como el M.S.A.S tenía los Cuadernos Amarillos y el M.A.C. sus Cuadernos Verdes, a él se le ocurrió lo de Cuadernos Azules como propios del Instituto Nacional de Nutrición y así han llegado hasta nosotros. Oportuna e inteligente esta idea de Bengoa.

Desde mediados de 1972 y en buena parte debido al estímulo y orientación del Dr. Jaffé, fue tramitado un Contrato de Beca en 1973 para formalizar mis estudios de post grado en la Universidad de Massachusetts en EEUU. Atendido exitosamente este compromiso, me reincorporé nuevamente a mis labores en Enero de 1975. Durante este lapso, mantuve siempre contacto con el INN para seguir aunque de lejos, los trabajos en curso y desde 1967 hasta mi separación voluntaria del cargo en 1976, mi nombre figuraba como Editor Asociado de la revista, junto al Dr. Jaffé como Editor General. Es pertinente continuar con algún detalle en el marco seguido en esta narrativa, la realización del IV Congreso Latinoamericano de Nutrición el cual tuvo lugar en Caracas del 21 al 27 de noviembre de 1976. Este Congreso presidido por el Dr. Werner Jaffé, estuvo organizado por la SLAN, la Sociedad Venezolana de Nutrición, SOVENUT y el INN. El Vol. XXVI, N°2, Junio 1976 de ALAN, informa sobre el evento y el Vol. XXVII, N°2, Supl 1, junio 1977, es dedicado a “Sistemas de vigilancia epidemiológica nutricional” y “Nutrición prenatal y perinatal” junto a las Recomendaciones y Conclusiones del IV Congreso y el Supl. 2, está dedicado al “Valor nutricional de las leguminosas de grano y factores que afectan su producción, disponibilidad y consumo”, celebrado en el marco del IV Congreso gracias al patrocinio y apoyo financiero de la UNU a través del INCAP. El Dr. Ricardo Bressani quien escribe el Prefacio, anota: “La publicación de este coloquio en el presente Suplemento de la revista “Archivos Latinoamericanos de Nutrición”, pudo realizarse gracias a la valiosa colaboración y al apoyo incondicional de la SLAN, por medio de su actual Presidente Dr. Werner G. Jaffé.”

Ya entrado el año 1977, pasé a formar parte de la Comisión permanente de la Sociedad Latinoamericana de Nutrición para ALAN, junto con Guillermo Arroyave de Guatemala, María Ester Rio de Argentina y Werner Jaffé de Venezuela. Para estos momentos, el Dr. Jaffé estaba próximo a su jubilación y la futura responsabilidad editorial de la revista no se perfilaba con claridad. En atención a esta situación, en reunión celebrada en Caracas en 1978 entre el Dr. Jaffé y el Dr. Ricardo Bressani, se decidió trasladar la sede de ALAN al INCAP en Guatemala bajo la dirección editorial del Dr. Ricardo Bressani. El N°2, Vol. XXVIII, Junio 1978, ahora publicado en el INCAP, informa de este cambio con la nueva dirección y los nombres del Directorio de la revista.

En 1979 el Dr. Jaffé se jubila del INN y en Julio del mismo año, mediante convenio entre el Ministerio de Estado para la Ciencia y la Tecnología y el Director Ejecutivo del INN, se crea la Comisión Coordinadora de Investigaciones en Alimentos y Nutrición, CCIAN, presidida por el Dr. Werner G. Jaffé en calidad de representante personal de ese despacho ministerial. Integrada por grupos técnicos activos en el campo de la nutrición y alimentación de la UCV, USB, Fundación CIEPE, IVIC, Fundacredesa, I.N.N., CAVIDEA y el CONICIT, la CCIAN comienza un ambicioso plan de trabajo encaminado a centralizar y coordinar la investigación relacionada con harinas compuestas, sucedáneos de la leche, absorción de hierro, uso de la soya para consumo humano, situación relativa a la formación de recursos humanos y elaborar el proyecto de creación de una Unidad de Servicio para la Investigación en Alimentos y Nutrición, entre otros. El 26 de Junio de 1981 se efectúa el “Seminario sobre políticas de alimentos: Enriquecimiento” organizado por la CCIAN y celebrado en el Centro Médico Docente “La Trinidad” con el patrocinio del INN, CONICIT, UCV y el IVIC. Las conclusiones y recomendaciones del Seminario se basan en los respectivos informes de tres mesas de Trabajo: 1. “Enriquecimiento con vitamina C”. 2.” Enriquecimiento con hierro”. 3. “Enriquecimiento con soya”. El Dr. Jaffé clausura con emotivas palabras: “(…) ustedes se han dado cuenta que el Simposio no fue un evento científico, sino consistió de sesiones de trabajo con una finalidad bien establecida de antemano: elaborar los anteproyectos o, por lo menos, definir las condiciones para llegar a estos anteproyectos para tres Decretos Gubernamentales sobre el enriquecimiento de tres alimentos.” (…) es indispensable la colaboración entre los tres sectores aquí representados, el de la investigación (academia), el industrial y el oficial (…) la colaboración entre los tres sectores puede resultar engrandes beneficios para el abastecimiento del país y al mismo tiempo para la rentabilidad de la industria”. Participé en este Seminario como integrante de la Mesa de Trabajo No 3 y una de sus conclusiones fue: “Recomendar al Ejecutivo Nacional que mediante Decreto se establezca la obligatoriedad del enriquecimiento de la totalidad de la harina precocida de maíz para consumo humano.” En Julio de 1981 me reintegré al I.N.N. en calidad de Jefe de la División de Investigaciones en Alimentos.

Asistí a numerosas reuniones de la CCIAN, al comienzo se reunía en el I.N.N. y después en la Sala de Conferencias y en el Salón Azul del CONICIT. La sede de la CCIAN estaba ubicada en el Centro de Biología Experimental de la Facultad de Ciencias, UCV. No es fácil enumerar todos los temas de agenda presentados, discutidos y puestos en práctica, algunos con éxito y otros con no tanto impacto, entre ellos, situación alimentaria y nutricional en Venezuela, alternativas para una política alimentaria en Venezuela, política lechera, Lactovisoy, fórmula y comercialización, afrecho de arroz, incrementar el cultivo y uso de la soya en alimentación humana, deficiencias de nutrientes, deficiencia de hierro, grado de extracción del trigo, enriquecimiento del azúcar con hierro, arroz integral, enriquecimiento de la harina de maíz amarillo con soya y/o hierro y vitaminas, cultivo de la auyama, enriquecimiento de la harina de maíz precocida con hierro y vitaminas como vehículo ideal, LatinFoods, Proyecto VenezuelanFoods, asesorías a entes gubernamentales y/o a diferentes instituciones del sector privado e industria, etc. Los días 20 y 21 de febrero de 1986 la CCIAN realiza en la Colonia Tovar el Symposium “Los cereales en el patrón alimentario del venezolano”. Las deliberaciones, Conclusiones y Recomendaciones se recogen en un bonito libro del mismo nombre, con Presentación de Arístides Bastidas, publicado ese año. En una de las reuniones a mediados de 1990, Jaffé lee una Circular dirigida a los miembros (…) la CCIAN fue creada en 1980 como una sociedad sin fines de lucro(…)…el propósito de la Comisión es coordinar y estimular la realización de proyectos interdisciplinarios que ayuden a solucionar el problema de alimentación y nutrición en el país.”En esta Circular se exhorta a los miembros a una asistencia puntual a las reuniones y a que (…) aumenten en la medida de sus posibilidades su colaboración con nuestra Comisión”.Esta magnífica iniciativa y la complejidad de los temas vinculados a la problemática alimentaria y nutricional del país que involucró a un personal competente y destacado de las Universidades y de otras instituciones, dan fe de la admirable, dinámica y constante actividad desplegada por el Dr. Jaffé como Presidente da la CCIAN desde su comienzo organizativo en 1980 hasta 1993, cuando poco a poco fue declinando su energía con su edad, Jaffé tenía ya 79 años.

Como ya hemos comentado, ALAN se venía editando en Guatemala desde 1978. Entre 1982 y 1991, el Dr. Werner Jaffé y yo figuramos entre los miembros del Cuerpo Editorial de ALAN. En mi biblioteca guardo con especial deferencia el libro: “Nuestros Alimentos, Ayer, Hoy y Mañana”, el autor es Werner Jaffé y su dedicatoria: “Para José Félix, amigo y compañero de caminos por muchos años” Mayo, 1987.

En 1992 el Dr. Eleazar Lara Pantin es nombrado Presidente de la Sociedad Latinoamericana de Nutrición y la sede de la revista regresa a Caracas. El Número 4 del Volumen XLI, diciembre 1991,encarta una Circular con la firma de Ricardo Bressani “(…) por medio de esta breve nota me permito anunciarles que la revista Archivos Latinoamericanos de Nutrición (ALAN) - que fuera publicada en Guatemala por un período de 14 años, será transferida a Caracas, Venezuela, a partir del 1 de enero de 1992 (…)” De esta forma la revista vuelve a Venezuela con el Número 1, Volumen 42, marzo 1992, con portada enteramente nueva, a 1/8, fondo blanco con letras azules, espigas de trigo doradas y la requerida frase: “Continuación de Archivos Venezolanos de Nutrición.” El Editorial del Dr. Lara Pantin hace breve historia de la revista e informa de este traslado. El nuevo Directorio de ALAN está constituido por el Dr. Virgilio Bosch Román como Editor General y mi persona como Editor Asociado. Es interesante destacar que ahora los Volúmenes se identifican con números arábigos y no con números romanos, estilo que se mantiene hasta la fecha. Ya establecida la estructura administrativa, la sede editorial se ubicó en la División de Investigaciones en Alimentos del INN. Años más tarde la oficina editorial, gracias al esperado y valioso apoyo del Capítulo Venezolano de la SLAN, se traslada a un local convenientemente situado.

En 1992 se crea la Comisión para el Enriquecimiento Nutricional de los Alimentos por Decreto No 2.492, divulgado en la Gaceta Oficial No 35032 de fecha 21-08-1992 y se presenta la fórmula desarrollada por el INN para el enriquecimiento obligatorio con hierro y vitaminas de la harina de maíz precocida. Esta iniciativa, fue respaldada desde su comienzo por reconocidas personalidades, entre ellos Werner Jaffé, Miguel Layrisse, José María Bengoa, Eleazar Lara Pantin y Hernán Méndez Castellano.

En octubre de 1994 la Escuela de Biología de la Facultad de Ciencias de la UCV, le hace un homenaje al Dr. Werner Jaffé en su octogésimo aniversario y en el Paraninfo de la UCV se le entrega en Acto Académico, la Orden “Francisco De Venanzi”. Se celebra el Simposio sobre leguminosas y el Curso de Postgrado sobre Lectinas y el 26 de octubre el Simposio “Lo bueno y lo malo de las semillas de leguminosas” bajo la coordinación del

Dr. Andrés Carmona. Para finalizar estos actos, el 27 de octubre tuvimos el placer de asistir a una recepción en su casa en Los Palos Grandes, en honor a los organizadores y expositores del Simposio.

En 1997 el Dr. Virgilio Bosch Román, con quien había venido trabajando armoniosamente en la edición de la revista, se retiró del cargo y seguidamente pasé a ocupar la posición de Editor General y la Dra. Maritza Landaeta de Jiménez se desempeña como Editor Asociado. El Volumen 48, Número 1, marzo 1998 da cuenta del nuevo Directorio de Archivos Latinoamericanos de Nutrición. En el 2000 el Instituto Nacional de Nutrición tuvo el detalle de dar el nombre del Dr. Werner G. Jaffé, a los laboratorios de la División de Investigaciones en Alimentos. En una ceremonia a la cual asistieron el Dr. José María Bengoa, el Dr. Andrés Carmona, el Dr. Jaffé, personal de la División y yo, la Directora Ejecutiva, Econ. Norma Gómez Tavera develó una pequeña placa relativa al acto. A la fecha, 15 años después, la placa ya no está en su lugar ¿Quién se acuerda ahora de ese merecido homenaje? .Guardo entre mis papeles una hoja completa del diario “El Nacional” fecha 5 de octubre de 2003, con una especial entrevista al Dr. Jaffé por la periodista Milagros Socorro titulada “Werner Jaffé: decir caraota con acento alemán”. Entretenida y amena lectura.

El Dr. Jaffé, nuestro Profesor de bioquímica y mi amigo y compañero de caminos por muchos años, tal como lee la dedicatoria en su libro que me obsequió en 1987, tiene ya 91 años. En todos estos años de publicar ALAN como Editor General, lo visitaba con frecuencia y le llevaba a su casa el último ejemplar de la revista, siempre mostraba su complacencia y satisfacción al hojearlo y comentar algunas cosas. Werner G. Jaffé falleció en mayo de 2009. La casa donde hablé con él por primera vez hace 56 años, Quinta Avenida de Los Palos Grandes, Quinta “Yau”, ya no está. Ya nada queda de ese remanso de cultura y familia.