Editorial

Los pasos del Dr. José María Bengoa

Irapa (Edo Sucre), Cubiro y Sanare (Edo Lara), conocieron al médico rural venido de Europa. El Hijo Ilustre, que identificaría el Hospital tipo I, e inmortalizado en la Galería local, de su “Universidad de Sanare” donde “las estrellas lloraron cuando todas sus orquídeas fueron pagadas a locha y llevadas a Puerto Cabello”, lugar común para propios y extraños, ícono de su venezolanidad por Gaceta oficial, cuando los principales problemas eran la gastroenteritis y la desnutrición en los niños. ¿Su legado? más de 300 obras escritas en diferentes idiomas: encuestas dietéticas, necesidades de energía y nutrientes, sinergismo entre nutrición e infección, tablas de composición de alimentos, disponibilidad alimentaria, programas de protección nutricional, programas de enriquecimiento de alimentos, centros de rehabilitación nutricional, establecimiento de prioridades de nutrición en salud pública, fortalecimiento de la nutrición en los centros de salud y de enseñanza, política nacional de alimentación y nutrición, educación alimentaria, entre otros.

De verbo poético, comunión de ciencia y arte. Las reuniones, viajes de encuentro, reflexivo, pluricultural sobre la nutrición y la vida, ventanas para el estudio y el aprendizaje, cuna de la investigación, donde “aprender a ver lo que no veía el otro aunque todos miraran lo mismo”. Tenaz para cumplir la agenda “anotada”, el documento final, la relatoría, las conclusiones, las declaraciones y los acuerdos, se debían pre-elaborar para llegar con el “producto final gestado”, su paso por las agencias internacionales trascendió a nuestra enseñanza. La “Revisión sistemática de la literatura impresa” y la búsqueda nunca suficiente de textos actualizados y clásicos de su biblioteca personal, tarea obligada nuestra para alcanzar la ciencia, sine quanon para una reunión científica, un mínimo posible de imprevistos y la puntualidad, sus rasgos distintivos. Toda propuesta debía plasmarse en un “mono” (el actual mapa conceptual o mapa mental).

A las nuevas generaciones nos regaló generosidad en el conocimiento y la primera persona de cada obra: el “índice perro” , el niño homeorrético de Ramos Galván “Un niño de seis años que a primera vista aparenta tener tres…difícil de encuadrar en una edad cronológica”; el “hambre oculta” de Josué de Castro, “el niño pequeño como manifestación de ser pobre”, la patogénesis intestinal de Ramalingoswami, la salud pública del profesor Jaime Ariza, o la pediatría del Dr. Alejandro O Donell, la comunidad de Nevin Scrimshaw; de la vejez le preocupaba la falta de previsión para evitar “el deambular estéril y depresivo o el reposo en casa en horas tempranas de la vejez que automarginaban”, son más que conceptos, son aplicaciones como lo es su oda a la vida “Nutrición, amor y bienestar social”.

Delineó las causa del subconsumo calórico: “la dieta monótona, la ausencia del desayuno, la densidad calórica y el efecto de repetidas infecciones”, identificó el impacto de la crisis (parafraseando a Bertolt Brecht: cuando lo viejo no acaba de morir y lo nuevo no acaba de nacer) “la familia elimina los gastos superfluos y reduce la compra de comida preparada, utiliza sus ahorros-colchones de reserva aumenta el gasto en alimentos, adquiere más cereales y menos productos animales, modifica la estructura de la dieta y finalmente reduce el consumo calórico…”.

Para enfrentar la crisis le ofertó a más de un alto dirigente de gobierno el Consejo Nacional de Alimentación, el Programa de Alimentos Estratégicos (PROAL), las “Recetas Tradicionales de Venezuela”, las Guías de Alimentación para Venezuela y las Metas Nutricionales.

“Piensa globalmente, actúa localmente” (Think Global, Act Local) de Patrick Geddes, (René Dubos: Celebrations of Life) su definición de nutrición comunitaria, y su aplicación el principio de subsidiaridad: “… los municipios y comunidades pueden y deben hacer todo lo que sean capaces de hacer y solicitar apoyo …cuando la obra…supere su capacidad técnica o financiera”. La Declaración de Sanare y el Consejo Local Social: CON.LO.SOCIAL) para la gobernanza de necesidades sentidas de salud, nutrición y desarrollo local con instancias de participación local, regional y nacional públicas y privadas, un regalo a su amor inmarcesible.

Yaritza Sifontes