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José María Bengoa: Una vida dedicada a integrar1

Marino J. González R.

Hoy la comunidad de la Universidad Simón Bolívar siente gran beneplácito. Con la solemnidad y sencillez de este acto académico queremos reconocer los aportes de una vida extraordinaria.

Tal como lo señalan nuestros reglamentos, el Doctorado "Honoris Causa" es la máxima distinción que la Universidad otorga a personas de excepcionales méritos que hayan contribuido significativamente al progreso social, científico y cultural de la nación, el pueblo latinoamericano o la humanidad.

El acto que celebramos es el resultado de la solicitud que hiciéramos el pasado año un conjunto de profesores de esta universidad para que el Consejo Directivo otorgara el Doctorado Honoris Causa al Dr. José María Bengoa. Dicha solicitud estuvo basada en el convencimiento de que José María Bengoa es una personalidad que ha transformado, con su vida y su obra, los campos de la nutrición y la salud pública, tanto en Venezuela como en todo el mundo.

El cumplimiento de los pasos establecidos en los procedimientos, ha servido para valorar con mayor profundidad y certeza la pertinencia de este reconocimiento. Podemos decir que la decisión del Consejo Directivo expresa la apreciación general de nuestra comunidad sobre los extraordinarios méritos del Dr. Bengoa.

Es grato, en consecuencia, reconocer el apoyo de todas las Autoridades, tanto las que formaban parte del Consejo Directivo en el momento de la decisión, como las actuales que presiden este acto. Particular reconocimiento debemos brindar a los Rectores Aso y Scharifker por su pleno apoyo a esta solicitud, así como al Profesor Alberto Martín, Director de la División de Ciencias Biológicas, quien coordinó la decisión sobre esta distinción.

Ha querido este grupo de profesores delegar en mí la responsabilidad de expresar ante todos ustedes el significado de este reconocimiento. Quisiera agradecer con mucho afecto la tarea asignada.

Como todos en este Paraninfo, puedo dar fe de la calidad humana y profesional del Dr. Bengoa. Hemos coincidido en muchas oportunidades para analizar la situación de la salud y nutrición en el país. También hemos coincidido para hacer propuestas que contribuyan a mejorar esa situación. Todos hemos aprendido a admirar y apreciar su persona y sus ideas.

La circunstancia de esta distinción obliga a caracterizar la influencia del Dr. Bengoa. A establecer los patrones cambiantes, pero en cierta medida, también estables, que distinguen su trayectoria vital. Esta tarea es importante para encontrar enseñanzas. Para aplicar, en nuestra visión y en nuestra práctica, esas contribuciones.

La vida de José María Bengoa ha sido fecunda. Ha sido intensa. Ha sido compleja. Encontrar algunos de estos patrones cambiantes supone valorarla en toda su extensión. Al hacerlo, encontramos que uno de los hilos conductores ha sido su capacidad de integrar. De tomar distintas facetas de la realidad y redefinirlas, ampliarlas, unirlas para crecer.

Integrar es probablemente la función cognitiva más compleja. Pero integrar, también está relacionado con los sentimientos, con el sentido afectivo, con la posibilidad de compartir, con la capacidad de colocarse en el lugar del otro. Integrar es, en gran medida, la fuente de la innovación y el progreso. Integrar es síntesis, es avance.

Podríamos distinguir muchos aspectos en la vida del Dr. Bengoa que expresan esta disposición y capacidad de integrar. Me concentraré en pocos, con la convicción de que son expresiones muy claras de esa actitud y visión.

José María Bengoa, en su vida, en sus intereses, en sus visiones, ha integrado dos mundos. El mundo europeo, del cual España en una expresión tan cercana. Y el mundo americano, del cual Venezuela ha sido eje y hogar.

Cuando el Dr. Bengoa llega a Venezuela en 1938, trae su vivencia de su Bilbao natal, junto con la experiencia de haber estudiado medicina en Valladolid.

También trae la convicción de que el auge económico no necesariamente trae bienestar. Había visto que la desigualdad social había aumentado en Bilbao, a pesar de ser un emporio industrial. También trae el contacto con todos los sectores sociales. Haber nacido en el seno de una familia de clase media dedicada al comercio lo colocó en una buena posición para conocer a los pobres, y también a los más acomodados. Conoció ambos mundos en la escuela, en el lugar por excelencia de los pares.

También viene con algunas lecciones aprendidas en las dificultades. En primer lugar, la experiencia de haber estado enfermo, de haber tenido que abandonar temporalmente los estudios de medicina por causa de la tuberculosis. En segundo término, el efecto en su formación ciudadana que significó la pérdida del gobierno vasco ante la sublevación militar de julio de 1936. Con sentido del deber forma parte de los servicios sanitarios leales al gobierno vasco. Finalmente, la realidad del exilio. De tener que abandonar su patria ante la pérdida de Bilbao y su posterior refugio en Francia.

Cuando el Dr. Bengoa llega a Venezuela en 1938, encuentra un país en cambio. La muerte de Gómez había significado la apertura en muchos campos. Era, en cierta medida, un mundo apacible, pero lleno de posibilidades. En la distante realidad de Sanare, el Dr. Bengoa encontró la manera de colocar dos culturas, no en contradicción, sino en encuentro. A partir de allí fue construyendo la síntesis. La integración. La posibilidad de combinarlas en el sentimiento y en la acción.

Su paso como médico rural de Sanare, entre 1938 y 1941, fue también una manera de integrar. De colocar con armonía una nueva pieza en el mundo de la medicina y de la salud pública.

La formación médica del Dr. Bengoa había sido la tradicional para la época. Esto es, la combinación del estudio de los órganos, las funciones, y las causas. Bengoa se convence, por los sentidos y la praxis, de que había otra manera de ver la salud. Que no se enseñaba en las universidades. La llamó medicina social y propuso su objeto de estudio: "la sociedad, sus hábitos y sus costumbres, las leyes, los códigos, los salarios, la moral, (…); en una palabra hay que estudiar todo lo que esté relacionado con la vida del hombre".

Basado en sus aprendizajes en Sanare, Bengoa escribe su célebre publicación: "Medicina Social en el medio rural venezolano", la cual constituye un texto fundamental para entender la multicausalidad de la salud y la enfermedad. El aporte a esta visión integradora de la salud pública es elaborado por Bengoa cuatro décadas antes de que se convierta en el fundamento de la Estrategia de Atención Primaria de Salud por parte de la Organización Mundial de la Salud. No queda la menor duda de que este esfuerzo de integración conceptual y empírica está en la base de los modernos análisis de las políticas de salud.

La estadía en Sanare también es el inicio de otro tipo de integración. En este caso, una que se prolongará por casi cuarenta años. Su origen es muy sencillo. Demuestra la visión de Bengoa para relacionar problemas y soluciones. Adaptadas a la realidad concreta. Con la intuición de construir sobre lo real, pero imaginando y conceptualizando.

Cuenta Bengoa () que un día visitó una mujer embarazada en un rancho humilde. También estaba con ellos un niño de mirada triste, con el cuerpo hinchado y la piel en mosaico, como quemadura rojiza. Le pidió a la madre que llevara el niño al dispensario. El cuadro clínico no aparecía en los textos de medicina tropical.

Estaba en presencia del síndrome pluricarencial, con deficiencia de proteínas y vitaminas. Bengoa estaba contemplando niños que requerían urgentemente alimentación. Sin pensarlo dos veces, Bengoa, con el apoyo del Dr. Agustín Zubillaga, organizó el patio interior del dispensario para colocar unas colchonetas. Allí los niños estarían mientras recibían alimentación. Los niños se recuperaban en tres o cuatro meses. Comenzaba así la propuesta de crear Centros de Recuperación Nutricional como alternativa para enfrentar la desnutrición.

La tarea de mejorar las condiciones nutricionales de los niños de Sanare y Cubiro lleva al Dr. Bengoa a otros escenarios. Cada uno más amplio que el anterior. En 1941 es llamado a Caracas para crear la organización nutricional para todo el país. Así participa de manera decisiva en la creación de instituciones como el Instituto Nacional de Nutrición, la Escuela de Nutricionistas y Dietistas, y la revista Archivos Venezolanos de Nutrición.

Su trabajo en Venezuela es la preparación de su posterior actividad internacional. Entre 1953 y 1974, el Dr. Bengoa desempeña altas responsabilidades como funcionario de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En todo este trayecto hay una preocupación central: ¿Cómo promover la creación de Centros de Recuperación Nutricional en todo el mundo? ¿Cómo garantizar que millones de niños tuvieran acceso a alimentos en las fases más críticas de su desarrollo? Ese trayecto se origina en Sanare pero integra a lo largo de décadas, la vivencia de muchos niños en los más diversos escenarios de todo el mundo.

Otra de las expresiones más llamativas de la capacidad integradora del Dr. Bengoa es especialmente aleccionadora para aquellos que nos dedicamos a la investigación, la docencia y la asistencia técnica.

El Dr. Bengoa ha sabido integrar la rigurosidad analítica y la comprobación empírica, expresada en la investigación, con el ejercicio docente y con la actividad de consultor nacional e internacional.

Sus publicaciones se cuentan por centenas. Muchas de ellas son consideradas clásicos en los campos de la nutrición y la salud pública. También ha ejercido la docencia para formar enfermeras, trabajadores sociales, especialistas de nutrición y salud pública, entre otros profesionales. Trabajó en más de cuarenta países como asesor en sus campos de especialidad.

La combinación de estas tres facetas explica con facilidad su capacidad para interactuar en distintos contextos, al mismo tiempo, con sentido de realidad y orientación a las soluciones.

A su regreso a Venezuela, luego de su jubilación como funcionario de la OMS, el Dr. Bengoa emprende otra etapa de integración e innovación. Con el cúmulo de experiencias adquiridas, participa activamente en investigación y en la asesoría de instituciones como CONICIT, en el cual llega a desempeñarse como Presidente del Grupo de Trabajo en Nutrición, y la Fundación Polar.

A partir de 1983 inicia la construcción de instituciones dedicadas a la investigación y la asistencia técnica en el campo nutricional. Esto lo realiza en equipo, congregando a lo más calificado de nuestros expertos en nutrición y salud pública. No es exagerado señalar que su aporte ha sido fundamental para consolidar uno de los más connotados grupos de investigación que tiene el país.

La creación de la Fundación que lleva su nombre es justamente un reconocimiento a su compromiso con la causa de la nutrición en Venezuela y en otras latitudes.

Explicando el sentido de esta institución, Bengoa ha señalado: "Nuestra Fundación ha visto en la geografía venezolana (...) un fantástico hábitat de belleza incomparable donde hombres, mujeres, niños y niñas, juegan, estudian, trabajan, comen, duermen, hablan y sueñan. Pero ¿A qué juegan? ¿Qué estudian? ¿Cómo viven? ¿Cómo crecen?¿Qué comen? ¿Qué sueñan? Averiguar eso es lo que viene haciendo nuestra Fundación, a fin de encontrar las soluciones para que los sueños sean realidad". (3)

El Dr. Bengoa sigue activo en esta búsqueda. Sigue publicando y contribuyendo. En los Anales Venezolanos de Nutrición ha publicado prácticamente un artículo por número en los últimos cinco años. Sus análisis incorporan tópicos centrales como la nutrición en los adultos mayores, la historia de la nutrición en salud pública en el mundo, y en particular en Venezuela.

Este es, en apretada síntesis, el recorrido de una vida con el afán de integrar. Más allá de todas esas demostraciones, hay una especial que denota el sentido pleno de ese afán.

Junto con su esposa y compañera, Amaya, el Dr. Bengoa ha constituido una hermosa familia. Los hijos, nietos, y bisnietos se encuentran en diversas partes del mundo. Aquí y allá. Justamente como continuación de esa integración, que muchas veces es grata, pero otras es difícil y nostálgica. En todas estas luchas Amaya ha sido compañera y apoyo. Quizás en otras ha sido guía y ejemplo. Este reconocimiento es también para ella y para la familia Bengoa Rentería, con el aprecio y cariño de nuestra comunidad.

Dr. Bengoa: Usted ha sido considerado como la "conciencia global de la nutrición comunitaria por más de 60 años". Para la comunidad de la Universidad Simón Bolívar es un privilegio rendirle este homenaje. Sabemos que este reconocimiento es compartido por todas las universidades del país. También sabemos que esta distinción es valorada por todos los investigadores, estudiantes, expertos, y trabajadores en los campos de la nutrición y salud pública, en nuestras ciudades, en nuestros pueblos, en los caseríos, en todos los lugares en los que se trabaje por mejorar la nutrición y la salud de los venezolanos.

Reciba también el reconocimiento de nuestros grupos de investigación y de los profesores y estudiantes de nuestros Doctorados y Maestría en Nutrición y Ciencias de los Alimentos, y de las Especializaciones en Evaluación y Control de Calidad de la Industria Alimentaria y en Nutrición Clínica, así como de todos los miembros de nuestra comunidad, en especial de la División de Ciencias Biológicas, y en particular del Departamento de Tecnología de Procesos Biológicos y Bioquímicos.

Su dedicación a integrar es un ejemplo a seguir en la Venezuela de estos tiempos. Ojalà su compromiso y lecciones ayuden a construir nuevas modalidades de acuerdo, de acercamiento, de integración. Estamos persuadidos de que así será.

Una vida como la suya, dedicada a integrar, ha contribuido a mejorar la nutrición de aquellos más postergados, y entre ellos a los niños. La sonrisa de un niño integra en una imagen los mejores sentimientos de la humanidad. En ella se condensan las esperanzas, los sueños, las ilusiones.

Todos tenemos la certeza de que en cada sitio que un niño sonría por dejar de ser desnutrido, estará siempre la contribución de José María Bengoa.

Muchas gracias,

Valle de Sartenejas, Paraninfo de la Universidad Simón Bolívar, 9 de febrero de 2006

Referencias Bibliográficas

  1. Bengoa, José María. 1992. Sanare.hace 50 años: Medicina social en el medio rural venezolano. Caracas: Ediciones CAVENDES. Colección Temas y Autores Sanareños No. 5. Tercera edición de la publicación de 1940. p. 40
  2. Bengoa, José María. 2004. Discurso pronunciado con motivo de su investidura como Doctor Honoris Causa pro la Universidad de Alicante, Españá
  3. Bengoa, José María. 2005. Hacia la erradicación del hambre: ¿Vamos bien? An Venez Nutr (online). Vol. 18 No. 1 (citado 8 Febrero 2006), p. 11-17. Disponible en la World Web: http://www.scielo.org.ve/scielo.php?script=sci_arttex&pid=S0798-07522005000100004&ing=ex&nrm=iso>. ISSN 079-0752
  4. Scrimshaw, Nevis S. 2000. Prólogo del libro de José María Bengoa "Hambre: cuando hay pan para todos". Caracas: Fundación Cavendes. p.xi.

1 Discurso de Orden pronunciado por el Prof. Marino J. González R. en el Acto Académico de Conferimiento e Investidura de Doctor Honoris Causa al Dr. José María Bengoa por la Universidad Simón Bolívar, Caracas, Venezuela, 9 de febrero de 2006. Solicitar copia a: Prof. Marino Gonzàlez. marinojgonzalez@cantv.net